jueves, 9 de julio de 2015

Del tacto...

Me voy allá donde el tacto es la ventana, los postigos abiertos, el mundo sin cáscara, el fruto en su punto.
Allá donde las manos dicen más de lo que esconden tras las uñas. Y los ojos y las orejas se convierten en trampantojos de lo que cuenta la piel. Meros adornos, envoltorios vacíos.
Ahora la epidermis dirige. Espero estar a la altura de sus poros.

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1 comentario:

  1. Por supuesto que lo estás. Sólo por quererlo, por preocuparte, por ocuparte. Cuánto bien...

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