jueves, 30 de julio de 2015

Habitaciones encendidas

Desde este ahora
-que es el mío y el de nadie más-
voy a dejar siempre
la luz encendida.
Cuando la apago tampoco es fácil:
la oscuridad desprende un hedor mascable
a soledad quieta.
Pero me aterra aún más
que la escena permanezca
exacta
con todo su desamparo
cuando vuelvo a pulsar el interruptor.


La silla rota el colchón
hundido la falta
de ventilación.
Ese reloj de pared impúdico
cuyo péndulo perfora
a voces los secretos.
No seré yo quién los camufle
con arrullantes hamacas sueños
viscolásticos con el viento
que agita los jazmines antes
de morir
en sus biznagas
con la arena que avanza
silente
y no censura al tiempo
porque puede
girar
y comenzar de nuevo
hasta el infinito.


Es hora de no
apagar las habitaciones
de mirar sin tapujos
con indiscreción
los muebles podridos.
De saber que están y
que se quedan hasta que yo decida
convertirlos en mota de polvo
minúscula
que solo se vuelve monstruo
cuando es sombra
que mi luz proyecta y agiganta.
Cuando yo dejo que lo sea.





7 comentarios:

  1. En el momento adecuado, llegas hasta mi oscuridad, para convertirla en preguntas iluminadas y llenas de futuras respuestas.¡Gracias!

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  2. Si puedo conseguir que te hagas preguntas entonces es que esto sirve para algo. Muchas gracias preciosa.

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  3. Felicidades Albavaliente! Deja la luz encendida, y no permitas que la tuya se apague. Porque cuando llegas siendo tú todo se ilumina.

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  4. Ayyy, amiga T., en el camino estoy, sustentándome en mis pilares básicos...Entre los que te encuentras, claro...

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  5. Bravo por la valentía de los que dejan las luces encendidas, ¡¡y por los que encienden a su paso!!

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  6. Bravo por la valentía de los que dejan las luces encendidas, ¡¡y por los que encienden a su paso!!

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  7. El gris es un incomprendido, desdeñado, pero sigue ahí, sin intentar llegar al negro o al blanco. No hace falta. Si estira las manos todos llegan a él. Valiente y pura, Albita, ¡esa eres tú! Muuuuuuaaaaaaaa

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